Si eres una persona que piensa en el medio ambiente, seguro que te interesará reciclar los residuos que se producen en la cocina para darles una segunda oportunidad. Poco a poco el número de personas que reciclan en sus casas va aumentando, pero todavía la cifra tiene que crecer con fuerza para que el planeta pueda ser más sostenible.
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Apuesta por las 3R
La regla de las 3R consiste en reducir, reutilizar y finalmente reciclar. En primer lugar, tienes que intentar reducir el consumo de productos en la medida de lo posible. Se ha demostrado que en muchas ocasiones consumimos por consumir y eso no es bueno para el planeta.
En segundo lugar, tenemos que intentar reutilizar las cosas para darlas una segunda vida. Por ejemplo, si tenemos unos envases de cristal, podemos guardarlos para guardar alubias, lentejas… el objetivo es darles una segunda utilidad y evitar tener que comprar otros botes para guardar esas cosas. Así ayudarás al medio ambiente y podrás ahorrar dinero de una manera divertida.
Finalmente, si algunos productos no los puedes reutilizar, entonces será el momento de reciclarlos. Aquí es donde entra en juego la guía de reciclaje de Ecoembalajes España. En la guía podrás aprender de la mano de profesionales que cosas debes depositar en cada uno de los contenedores para tener la certeza de que estás optando por un reciclaje efectivo.
Contenedor gris de tapa marrón
Cada vez son más ayuntamientos que están incluyendo este contenedor en sus filas de contenedores. El objetivo es depositar únicamente en su interior los residuos orgánicos. Una vez reciclados de manera eficiente se pueden conseguir fertilizantes y energía.
- Residuos vegetales: En este contenedor podemos introducir restos de frutas y verduras. Puedes incluir los huesos, semillas y hojas sin problemas.
- Residuos de carne y pescado: los residuos alimentarios se pueden depositar sin problemas en este contendor. Puedes depositar la sangre, piel, carne, aletas, plumas…
- Restos de panadería: si un día ves que te ha sobrado pan o se te han puesto malos los dulces, los puedes meter en este contenedor para convertirlos en energía o fertilizantes.
- Sobras de comida: suele ser raro el día en que no se producen sobras en la cocina. Todas esas sobras también se pueden depositar en ese contenedor.
- Otros residuos: también puedes poner en este contenedor papel o cartón que tenga restos alimenticios. Un ejemplo es la caja de la pizza o el papel de cocina, servilletas y platos de plástico.
Contenedor amarillo
Es otro de los más conocidos a la hora de reciclar. En este caso tenemos que depositar los envases plásticos y los metálicos. Para que su reciclado sea más sencillo, se recomienda vaciar y limpiar cada uno de los envases. Las sobras meterlas en el contenedor gris y los envases en el amarillo. Se puede decir que la gran mayoría de envases no orgánicos suelen ir dirigidos al contenedor amarillo.
- Bidones, garrafas y botellas de plástico van en este contenedor. Son grandes, es decir, no son complicados de reciclar y se reduce la contaminación ambiental.
- Bricks: la gran mayoría van en este contenedor. Independientemente de si han contenido salsa, leche, zumo, nata u otros alimentos, ese será el fin del brick. Escúrrelo al máximo para que su reciclaje sea más sencillo.
- Latas: las latas de refresco, cervezas y otras bebidas. Las latas de conserva también se deben depositar en este contenedor amarillo.
- Tapones y tapaderas: los tapones de plástico y las tapaderas metálicas.
- Envases: los envases de plástico como las bandejas de aluminio.
- Bolsas: las bolas de aperitivos, de plástico o de red también deben ser depositadas en este contenedor.
Contenedor azul
Todo el mundo conoce este contenedor porque es el más popular a la hora de reciclar. Pero es un contenedor delicado. Si se depositan productos que no aptos con este color, podrían contaminar al papel y el cartón y hacer que buena parte de esa materia prima se perdiese.
El objetivo de este contenedor es que depositemos lo siguientes:
- Cartón y papel sin plástico.
- Recipientes de cartón: podemos incluir las hueveras, las cajas de cartón de los cereales, bolsas de papel…
- Papel de cocina y servilletas: muchas personas piensan que se puede reciclar el papel usado, pero no es así. Siempre se debe tirar este papel si no está usado y en consecuencia no está manchado. Es muy importante que no tenga nada de aceite.
Contenedor verde
En este contenedor solo podemos meter vidrio. Es muy importante diferenciar entre vidrio y cristal. No es apto para reciclar cristal, es decir, no se deben introducir productos como vasos o copas de cristal o estarás dañando el proceso de reciclaje.
- Botellas de vidrio: cualquier botella que sea de vidrio la podrás reciclar y dar una segunda vida. No importa si es de vino, refresco, agua… todas las botellas son aptas para reciclar.
- Frascos de conserva: es fundamental que a la hora de reciclarlos los introduzcas sin la tapa. Al no ser vidrio no se puede reciclar en esta fase de reciclaje. Los tarros de cristal también se pueden reciclar.
- Vasitos de yogur o postres que sean de vidrio.
Contenedor gris con tapa naranja
Se caracteriza por ser el contenedor de los restos. En este deberemos depositar todo lo que no podamos depositar en los contenedores que te hemos mostrado anteriormente. Para que te hagas a la idea, puedes depositar residuos orgánicos con restos de comida, chicles, papel usado, pequeños textiles, utensilios de cocina, vasos, copas, cerámica, vajilla, bombillas, estropajos, suciedad provocada por la limpieza, arena de gato, menaje del hogar pequeño…
Finalmente, cada vez son más los ayuntamientos que están instalando contenedores especiales para reciclar elementos peligrosos como el aceite, las cápsulas de café, pilas… si tienes la suerte de tener a tu disposición estos contenedores, úsalos y ayudarás de manera efectiva al planeta.
Si todos pusiésemos nuestro granito de arena, sería mucho más fácil luchar contra el cambio climático. De aquí que las tres R cada vez estén más presentes en nuestras conversaciones.